A pesar de mis años
y la experiencia que me precede
sigo siendo el iluso de siempre
pensando que es bueno tender la mano
a todo aquel que vio daño en mis acciones,
pero prefiero este consejo de viejo
a la acción de parvulario negándola
dejando la rabia dentro,
prefiero decir las cosas a la cara
que recitar a las espaldas,
con la mirada serena
ignorando la impaciencia
con que otros aceleran su selva de la vida
malgastando el cariño de una mirada,
un gesto que a los humanos
como maná alimenta por su lógica
porque siempre es tarde para el desprecio
de un tiempo de alegría en las relaciones
que hacen el camino más soportable,
mañana será siempre otro día
y la que dejamos hoy sin disfrutarla
solo nos hizo más viejos añadiendo
más arrugas a nuestros sentimientos,
disfruta de tus manos encallecidas
que nunca perdieron el tacto,
del abrazo de un amigo
y disfruta el momento,
porque quizás mañana tu nombre
no forme parte del calendario…
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