Un insinuante dolor de piernas delata
lo avanzado de mi largo viaje
intentando aprender con disciplina
de que por muchas que sean las etapas,
un cielo estrellado jamás dilucida
las incógnitas que ayudan a conquistar
el desbastado planeta tierra,
un continuo avance plagado
de preguntas sin respuesta
para el que nadie llega preparado,
un viaje lleno de obstáculos
al que unos se enfrentan con la chulería
que la ignorancia camufla sin taparla
y otros silenciados por la prudencia
que aconseja una delicada inteligencia,
aunque con un final equiparado
existe una gran diferencia en su proceso,
el primero se despliega dentro de lo obsceno,
la irreverencia de una falta de cultura
que navega en su propia ignorancia
sin prejuicios ni vergüenza,
el segundo tímido y poco atrevido
embutido de valores con la conciencia
de ceder siempre antes de dañar el camino…
El deber, un valor que requiere de asiento,
enseña a convivir renunciando a ser un necio…
la lealtad, vivir la vida desde el respeto,
la tenacidad y el respeto,
un valor que con disciplina
conduce al amor con mucho talento
y ser honesto desde el anonimato
con la verdad como magia en las palabras
que es la que regala los amigos mas honestos…
Posdata:
la primera vive siempre al borde de la ley
que ellos mismos detallan,
unos vividores la mayoría políticos que no sienten la política,
mientras a los segundos esta le importa poco
por tratarse de trabajadores honestos
en los que prevalecen unos hermosos principios…
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