Con Rocío nunca morirá la poesía
porque sus versos
forman parte de la naturaleza,
porque su eco alimenta al universo
por la belleza con que alinea
cada coma y cada acento,
por su esfuerzo en cada detalle
a la hora de mostrarnos sentimientos,
por la luz suave que como canciones
se lee en cada página
con la que llena nuestros corazones,
por ser poeta sin quererlo
donde la recompensa,
es la consecuencia de conseguirlo
por su diálogo continuo
con el cielo y las estrellas…