Hay un tiempo en nuestras vidas
en que las listas de amigos
habría que subrayarlas con tintas
de muy diversos visos,
para todos aquellos que se apuntan
sin la invitación correspondiente,
un patrimonio que cuenta con la magia
que la vida nos regala y nos mejora
como personas, si son fuertes
las manos que nos sujetan
cuando nos aprietan las malas decisiones,
su presencia nos engrandece
por diferente que sea
la sangre que recorre nuestras venas,
normal subrayarlos con azul celeste
la tinta roja la usaremos para aquellos
que a la cara todo son sonrisas
y en cuanto das la vuelta te acuchillan,
con morado a los que hay que vigilar
de muy cerca, porque alientan
mostrando una falsa estela
apuntando siempre al mismo lugar
y por último usar el invisible
para marcar a aquellos que lo fueron
en tu mente, pero en la de ellos
nunca existió un relente
que estimulara la misma mañana…