Hoy la luna se escondió despacio
y al sol se le veía cansado,
cuando amanecía sobre el bosque
en que se ha convertido mi cerebro
una cubierta que cubriera el planeta,
su paisaje verde convertido
en el tono rojizo de la angustia
que causa, una tierra que gemía
por su espesura perdida,
pájaros sin ramas donde cobijarse
del viento y tantos sueños rotos
manchados de egoísmo y desidia,
por ser el más poderoso
hoy, mis mejillas se sonrojan
como las de un niño recién nacido
buscando un pecho donde alimentarse,
mientras escondo mi espada muerta
entre el ombligo y el oscuro agujero
por el que se perdieron tantas palabras,
que hablaban de este oscurecer sombrío
en que se ha convertido nuestro destino...