
Cuarenta emocionantes años
desde el comienzo fresco
en que la magia y la sonrisa
siguen haciendo de su voz
donde el sol se levanta cada día
y la puerta sigue abierta
a un éxito que va y vuelve
con la cadencia del que lo busca
porque lo envuelve de presente,
el canto requiere sacrificio
y después de cuarenta años
Adriana Santana
aún demuestra que lo natural
es la fuerza de su disciplina
a la hora de pisar el escenario,
donde por igual se refleja
tristeza, nostalgia o la alegría
de unas letras
que como cuentacuentos
relatan historias
que persiguen sueños,
que acarician al publico
con sus melodías, su sonrisa
y las vibraciones de entrega
en cada una de sus canciones…