
Saratoga,
una puerta abierta
de la mano de Miguel Reche
para mostrarnos las excelencias
por la calidez con que ilumina
sus costumbres y sus costas,
costumbrista como pocos
que se inclina ante la belleza
por la esencia de la isla,
poesía traspasada al lienzo
con la gracia del artista
como reflejo de un arte
que sale por las manos
pero empieza en la calle,
su arte fluye como el retrato
sin cuarto negro para revelarlo,
una historia que corre el velo
para el paso de los tiempos…