
Pasión es la palabra con la que
se degusta el arte de Sandra,
bellos rostros que se aman
por la alegría de sus colores,
la fuerza que le nace
sin lugar a los conflictos,
la energía con que pinta
no se encuentra en las plantas
sino en los matices vivos
con los que retrata la naturaleza,
una conciencia reflejo
de sus sueños y emociones
traspasadas al lienzo
con la misma fuerza que ama,
una paz noble como el sable
convertido en pincel
en el campo de batalla…