
Dueña de la razón
que fermenta embravecida
como quimera, son los sueños
que dan paso a la imaginación
amos de la fantasía y el deseo,
la falsedad de un mundo
que aparenta lo que en realidad
se inventa ocultando
cuerpos y caras tras la puerta
de la pintura y los disfraces,
Amate se reinventa
ocultando la belleza
tras el duro muro que el arte
brinda al derrotado,
interpretar su obra es asomarse
emborrachándose de pinceladas
a un mundo no tan oculto
donde el concepto de belleza
no sigue los cánones del resto del mundo…