Rebelde crece la sangre
que reverdece las ciudades
y los campos donde los valles
acogen corrientes salvajes,
con la luz de la luna o a oscuras
sin el fulgor de entonces
tomando las calles o simplemente
cayendo muertos por unos ideales,
ancho es el medidor
con el que se mide una vida
cuando se trata de que el corazón
nunca lata con la prisa
que comanda la razón,
cuando gobierna el silencio
la oscuridad resalta su miedo
convirtiéndonos en esclavos
de unas prisas que únicamente
producen para ellos,
las ganas solo entran
cuando nacen en la biblioteca
y se defienden con la realidad
de vivir en paz debiendo
solo lo que necesita el cuerpo
para mantenerse en harmonía
con el resto de la sociedad…