Asusta el reguero en que la hipocresía
pasea altruista con rumbo
al cataclismo de lo imperecedero,
una historia contada desde bocas
anchas que hablan de economías sanas
aunque el pueblo siga ahogándose
en deudas porque no les llega el sueldo
mientras sus empresas ganan,
con miseria se recorre la cuesta
que nos dirige hacia donde les da la gana
que acaba en el abismo de la indigencia
por vivir de la contienda
entre lo que te presto sirva
para la compra de lo que vanamente
solo te llegue para una apariencia
mientras el estómago como los sentimientos
se castigan vacíos como el aliento a su defensa,
lo claman los expertos hoy
nuestra patria vive una economía sana
lo dicen unos números que reparten
al que le sobran hasta ocho cifras en sus balances
entre los muchos que viven en negativo
pero es la media lo que cuenta,
un fuego amigo al que aplaudimos
por pensar que nos regalan activos
sin caer en la cuenta, que estos no alimentan
matan con la miseria por bandera
y la mentira de un trabajo esclavo como regalo
porque se hace con traje repudiando
a aquel noble del campo con harapos
que nos mantenía libres de horarios
con los cuerpos saturados…