
Escribiendo poemas
en un enclave mágico
ataviada con la alegría
que esconde
a la antigua, con lapicero
y sus pensamientos fluyendo
como su cuerpo, relajados
sobre un sillón recargado
de los de antes en el que
descansaba el abuelo,
fuente de inspiración
para cada una de sus baladas
en los que refleja
tranquilad del alma
y una piel suave
como las líneas que la estilizan
en forma de versos,
formando una estampa serena
de las que Sandra Renzi como nadie
refleja en sus lienzos...