
Brutal como la pluma de Bukowski
saltando normas y real
el cuerpo humano desgarrado
pero con mirada angelical
sobresale la hechura del cuadro,
con la sonrisa refleja
de quien no se queja
porque el arte sigue siéndolo
por mucho que se intente destrozarlo,
de fondo oscuro como la noche
el humo y agua del baño
reflejo en la piel, algo parecido
a unas hojas de laurel colgando
hacen de este cuadro
una obra que demuestra
que por mucho que talemos
el arte siempre queda
como reflejo en el lienzo…