Me entristecen esos momentos
en que tu mirada perdida
no sabe a dónde se dirige,
cuando tus bellos ojos de tigre
sin conocer la doctrina
ni el instinto que los guía,
me entristece cuando tu sonrisa
se pierde entre laberintos
antiguos donde lo lirico
quiere superar su belleza,
me duele no escucharte
entre el hastío de un verano
que cruje como canto
en un sueño baldío,
y me lastima el olor de tus pasos
en el ocaso de tu partida
rompiendo con mis sueños
enlozados por los versos
de esta maldita poesía..