Tumbado en la cama
acuden a mi mente
recuerdos de infancia
ve y descansa
es la hora de la siesta,
veranos de agosto,
olor a andalucía
a tierra mojada
a Sorihuela
a olivos y familia,
a lindas muchachas
paseando calle abajo
callejón arriba,
fríos anocheceres
de Enero
cálidos amaneceres
de primavera,
felices años
desprovistos de experiencia
y repletos de inocencia
donde ni la mentira
nos parecía engaño,
ni el amor un regalo,
hoy me atropellan sus palabras,
vive la vida
con la inocencia de un niño,
apártate del dolor, la miseria
el dinero y el poder
respira ternura,
cultiva ilusión y belleza
y nunca regales sentimientos
a quien no los aprecia
repetía mi abuela,
sentada en su mecedora
trenzando calceta.