Cuando el hambre venció su miedo
ya no les importó salir a la calle
a pesar de ser recibidos con las balas
“ironías del destino”,
para sentirse amparados
de tanto bandido que les venia robando,
bandidos políticos corruptos
escondidos detrás de leyes
encriptadas en programas
para su exclusivo beneficio,
el colombiano un pueblo
cansado de desigualdades
donde el que cultiva pasa hambre
y los contrarios al paro
amigos de llenarse la panza
a costa de los sacrificios
de todo el que trabaja
viven escondidos tras las armas
de una policía criada de niños
en los mismos barrios que masacran,
Colombia en el pasado
juró ante su dios
luchar por su patria con todo el honor
y la fuerza de sus brazos,
que no descansaría en paz
hasta romper las cadenas
que oprimian a su pueblo
por voluntad de los poderosos
y estos vuelven a estar sentados
en el mismo estrado
cambiando las cadenas por dictados
tiranos que siempre fueron derribados
con justicia y esperanza de libertad…