Ante la vista repentina
de una foto tuya
volvió a mí la alegría pues
aunque lo había visto cien veces
vi más vida en sus colores
y esa lluvia de matices
abrió mi alma
como se abren las flores,
quemó el dolor
de unos días tristes
y a mi pequeño mundo
volvió eso que nace del corazón
como sombra que esta siempre,
porque sentí tu alegría
y esa sensación
hizo que mi arrojo
latiera como siempre
por el deseo de la ocasión…