Te espero cada noche
entre sombras
cargadas de sueños y olas
a ritmo inalterable
bajo el dominio
de sentimientos tiernos,
pensamientos húmedos
que por momentos
reflejan tu silueta
en la funda de mi almohada
con forma de promesa,
imperecederas en tiempo
como eternas armonías
son las manías que cada día
me acercan mas a ti,
sonrisas que nos desborden,
costumbres que nos enraícen
a un presente con tintes de futuro
alejándonos con fuerza
de un pasado lleno de engaños
por caminos que nos guíen
hacia la certidumbre de la vida
con la que enfrentarnos
mirando siempre hacia arriba
curando antiguas heridas,
derrapando al resbalar
para no volver a chocar
contra esos muros
de sonrisas falsas
que nos hirieron tanto,
querernos hasta fundirnos
y que no puedan separarnos
la envidia ni la mentira
y mucho menos las arrugas.