Aquella carita de eterna sonrisa
quiso ser madre y esta decisión
orgullosa como su lucha por no acabar
con una vida que no pidió caminar
clausuró su mundo de alegría,
la desilusión se apoderó
de toda la magia
cuando el padre se negó
a reconocerlo,
convirtiendo en cenizas
momentos de manos enlazadas
que la ceguera de amar
convertía en idealista convencida,
la maltrecha sombra del desengaño
revelándose pervertida
mostró su cara mas adúltera
transformando la pasión
por sentirse amada en la locura
a la que dedicarse con corazón
ser madre el resto de su vida,
la hirió de la forma mas perversa
haciendo de su cuento de hadas
un muñeco roto bajo la promesa
de un amor disfrazado
que la necesidad decidió calmarlo,
descubrió nuevos miedos
floreciendo en ella ese valor
del que nunca tomó cuenta,
ser el único superhéroe preparado
para ser padre y madre a la vez,
el futuro es un arco iris
plagado de estelas de un matiz brillante
donde nunca se verá reflejada
la cobardía de un hombre
ante el compromiso de ser padre..