El humo como las malas energías
por suerte desaparecen a pesar
de la huella sin amnesia
con las que marcan sus angustias,
la tristeza que se esconde
tras el telón de nuevas alegrías
la risa algo propio en gente alegre
a la que el abatido considera estúpida,
el trabajo a pesar de que el vago
considere un loco a quien lo realiza,
el sano juego de un niño hermoso
como la propia existencia,
el momento en que la lluvia
en su jerga nos desmaquilla…
A pesar de todos los pesares
la vida es bella si pasamos
de puñales y con ojos ingenuos
de todo aquello que nos hace daño…