Como flor de cerezo
amarilla en sus pistilos
y hoja blanca, miras
con el gracejo de tu sonrisa
un viento de cola suave
que te empuja
y la alegría que corre por tu sangre
como sangría en fiesta andaluza,
el gracejo de tu mirada
limpia como cristal de nieve
y tus espaldas donde pagas
como peso que no agota
tus arrugas
para que no se noten en tu cara,
nunca fuiste flor de un día
si no maná de vida
para un cuerpo como el mío
que carga soledades
a las que tú, tu lindo cuerpo
y tus besos solo regalan alegrías…