El verso siempre es bello
cuando el delicado sueño expresado
en letras que tocan el infinito
a cada acento
como un cielo renovado
cubierto de estrellas y matices
lo miman con su mirada
Y la suavidad de un pájaro en vuelo
entre vientos de altano,
lirica fresca con sabor a primavera
que se despoja del alma de acero
del jardín de invierno
en el que se mece la prosa,
la senda por la que se deslizan
los sueños románticos del poeta
bellos como los besos de una princesa
y guerreros como la sed gloriosa
que calma el agua fresca
de arroyuelos que lloran sin darse cuenta,
que en llano gozaran con los meandros
que como desnuda limosna
le ofrece la calma
que precede a la tempestad,
un fuego que solo apaga mitigado
el regazo donde suave
se deposita el beso de la dulzura
tras beber el veneno fugitivo
que recelosas
al poeta dan a beber las musas,
querido verso sal de mi alma
y devuélveme a esos momentos
llenos de amores que como labios
rociados por la miel del desasosiego
mantienen prisionero mi corazón,
a mis labios hambrientos de besos
y a mi vida sin la razón
por la que navegar acariciado por el viento…