Amaneceres del día uno de Enero,
bella estampa
de esperanza
todo lo que el año anterior
no supo o no pudo lograr
por falta de ambición o libertad,
para expresar los dictados del corazón,
el bello silencio del que trabaja,
gozar del color de la alegría
lleno de matices y sintonías,
del vuelo libre
del que conquista corazones
sin espada ni tambores de batalla,
del que nunca se esconde
para hablar aunque su palabra duela
y de todo aquel que mira a su espejo
para que su reflejo sea el acento
con el que se beneficie de los demás,
lindos amaneceres de alegría
con el oído puesto en la sintonía
del que escucha para experimentar
sensaciones nuevas llenas de
paz,
de mirar con sus ojos a todo aquel
que llamamos loco porque disfruta
de todos los tintes de la vida
y sobre todo sentir ésta vivo
sin buscarle sentido,
al fin y al cabo supimos de su existencia
cuando nadie nos pudo librar de ella,
disfrutar de toda la magia
de todo aquel que se siente
libre de pensamiento y acciones,
que no rompan la bendecida regla
de no desear a los demás lo que
para uno mismo no se anhele...