Solo era la máscara tras la que ocultaba
unas lágrimas que de tanto cubrirlas
habían desaparecido del rictus de su boca,
la batalla por su hijo no le cansaba
estaba dolida en el alma
por la desidia a la hora de la lucha
de unas administraciones calladas,
como la mirada nerviosa de esos niños
que sin saber porque se enfrentan
al destino con la valentía
del que nace diferente
con una enfermedad rara,
un desorden neurológico que debilita
la musculatura con problemas en el habla
y causa problemas a la vista,
su dolor? una investigación
escasa en recursos quizás
por el número de afectados
poco tenidos en cuenta
y al paso del tiempo que vence la fuerza
para ayudar a unos niños valientes
por su entereza y guerreros
porque sin saberlo llegaron a un mundo
indiferente y desprovistos de la sonrisa
que se necesita para entenderlo
con el coraje de vencedores…