SEÑORA ROSARIO...

Publicado el 2 de abril de 2023, 10:00

Sentada sobre aquella exigua

mecedora de madera oscura

como las ideas en las que se amparaba,

paseaban por su mente cada una

de aquellas vivencias que le dieron vida

antes de que a su cuerpo enjuto

no le respondiera la mente,

su presente eran segundos de vida

que se disparaban a un pasado

tan lejano que nadie a su alrededor

conocía, por sus ojos veía oscuro

como el manto de tristeza

en que se convirtió su cara

desde el momento

en que se sintió una carga,

mujer infatigable que como bestia

trabajó seguido veintidós horas diarias

durante gran parte de su existencia,

de cocina una lumbre

que en todo el invierno se apagaba,

de lavadora unas manos llenas de callos

embrutecidas por los fríos suelos

donde cada invierno arrodillada

dedicaba el día a la recogida de aceituna,

la noche a preparar la comida

en la lumbre y la ropa en las pilas,

un edificio lejano que solo disponía

de techo, agua muy fría y una continua apuesta

por saber que lejía dejaba la ropa mas blanca,

a su mirada perdida en el infinito

ya no la cortejaba aquella sonrisa

que de niño me acompañaba a todos sitios,

pero su corazón aun palpitaba deprisa

cuando sentía el ritmo del mío pegado

y bailando juntos igual que cuando

me mandaba a la escuela cada mañana

con un beso en la frente y de bocata

un trozo de pan abierto relleno de aceite

y todo el amor que manaba de su pecho

que a sus cuatro hijos regaló siempre...