La tentación agazapada
esperaba aquella tarde
de pasión cómplice
y horas anheladas
de caricias y poesía,
dimos rienda suelta
a sueños arrebujados
entre besos abrazos
y un montón de sonrisas,
liberando tantos sueños
perfumados con la fragancia
de nuestros cuerpos desnudos,
mientras el viento imprudente
rugía tras los cristales
de unas ventanas empañadas,
encendiendo mas si cabe
el calor condensado
en nuestros cuerpos,
suspiros de alivio
que nos mantuvieron
medio despiertos
esperando un amanecer nuevo
relajados y serenos,
donde nos sorprendió la mañana
mientras con sus patas
unas golondrinas traviesas,
rasguñaban con nostalgia
los alegres matices
reflejados en nuestras caras...