No sé si fueron sus lunas
las que bajaron del cielo
Navarro D’Garem
o quizás Emilio de Manuel,
nos elevó hacia él,
un viaje en el que descubrimos
la feminidad de un cosmos poeta
acercándonos a lo más bello
que creó la madre tierra,
una mujer prestigiosa en versos
que le salían de muy dentro del alma
en una sala llena de amigos,
pintores y poetas
disfrutando del artista
juglar, actor y pintor
aunque lo que más resaltó
fue su condición de persona
y una humanidad que llenó el recinto,
contagiando a todo aquél
que disfrutó de tan gran hechizo …
