Hay un cruce de caminos
entre el amor propio
y el propio egoísmo,
del primero gozas
cuando pudiendo
procuras no causar prejuicios,
el segundo te destruye cuando
en el espejo solo ves
tu cara como único reflejo…
amemos con la fuerza del alma
única forma que el corazón
destruye a la duda,
sin hacer nada de daño.