Siempre fui un romántico empedernido
y aunque para comer dedique mi tiempo
al mundo de la construcción,
en el que perderme abusando del corazón
en el concurrido mundo de las letras,
probé con la prosa a la que guardo
un gran cariño por su estable movida
y constancia a la hora de expresarte,
pero mi corto tiempo para dedicarle
me agobia y mi electrizante deseo
por alcanzar el final cuanto antes
me decidió apartarla de momento,
me decanté por la poesía
por la facilidad con que arden sus versos
dando calor a mis enamoramientos
y encontrando el punto álgido a mi pasión
en el pareado de su rima
a través del vuelo ligero de mi pluma,
poeta o escritor para ambas
hay que ser diestro en la expresión
y estar dotado de un lenguaje desgajado,
mas costumbrista en la primera
sin un ápice de desprecio a su categoría
y la segunda más de concierto privilegiado…