En trazos cortos a forma de dibujo
escribí tu nombre,
tus apellidos en versos más largos
con subrayado acento de recuerdos,
a la curva de tu sonrisa le dibujé
curvas de alegría y para tus labios
no encontré palabras que reflejaran
todo el dulzor que emanan,
en tu cuerpo me explayé con rimas suaves
intentando resaltar su destello
cuando por el tacto de mis manos
le regalan caricias,
para las redondeces de tus muslos
empleé estrofas que hablaran de diosas
romanas griegas y para tus ojos
horadé el papiro buscando perlas
de las enterradas en veneros
y reflejé el zafiro de tu mirada
con una poesía de la que manaba
cada una de las delicias apasionadas
que alimentan tu alma…