
mientras la música
camine constante hacia
un finito que subsiste
permanecerás en el escenario,
dando eternidad a lo autentico
entre un tiempo de espejos
con el equilibrio de lo eterno
y la alegría que mana
de tus entrañas,
purificada y apuntalada
a una garganta privilegiada
y un alma que se desliza sigilosa
ante un silencio que no calla,
navegando entre sueños
como el poema de tu letra
que corre libre y sereno
lejos de cualquier encierro,
acariciando
con vivas un universo
repleto de dichas sin tregua,
maná de pecho sincero
que atrapa con furia desbocada
a todo aquel que te escucha
por el oficio con que cantas…
Añadir comentario
Comentarios