Las hojas secas aquellas
entre las que disfrutábamos,
de como el viento y la lluvia
no importaba sobre nuestras caras
recuerdas aquellos días
en que cada uno se conformaba
con lo poco que tenia
y luchaba por mantenerlo
incluso con la espada oxidada
y las ganas dispuestas
a compartir cada una de las alegrías
que nuestros cuerpos de niño
en su bondad no conocía el recelo,
unos despacio otros más deprisa
fuimos creciendo y sufriendo
el paso de los años que nos hicieron
un poco más egoístas
por lo conseguido con esfuerzo,
la mayoría logramos casa, móvil
coche y hasta casita en la playa,
ayudamos a nuestros hijos
en la tarea de conseguir algún titulo
y casi sin darnos cuenta nos olvidamos,
que poco a poco fuimos
convirtiéndonos en esclavos
llegando al egoísmo adulto
para conservar lo conseguido,
e incluso al insulto
que en vez de regalarnos alegrías
nos alejó de aquellos años
en que de verdad disfrutamos de la vida…
Añadir comentario
Comentarios