De vida corta
como una amapola
que deleita mientras luce roja
y cuando se decolora alimenta
vuelas mariposa ligera
en tu vuelo acrobático,
transportando nueva vida
con la alegría de tus aleteos,
tímida y rutilante
asomas como luna
culminando el día para,
al revelarse la noche
te pille despierta, mientras
bajo el hechizo de tu mirada
se emborrachen los dioses
y beban los hombres de su dicha
gozando la conquista de sus almas.
Al mismísimo diablo
regalaría parte de mi existencia
porque fueras solo mía,
disfrutando tus besos en la tierra
y en el cielo usufructuando
del calor de tu cuerpo
en esa infinitud sin alertas…