
Una agradable brisa
acompañó a una tarde
donde el agradable
soniquete de un saxofón
“Nit de L’art en Son Artmadans”
donde nada se dejó al azar,
una experiencia emocionante
donde los artistas disfrutaron
de algo inolvidable
basado en las ganas desenvueltas
de la mejor guía de galas
y unos anfitriones sin limites
a la hora de convertir en fiesta,
una exposición donde la alegría
se erigió en la parte
más importante del ágape,
una tarde de magia digna y soberana
donde se situaron los límites
a la altura de la excelencia
de cada una de las esculturas
y lienzos expuestos,
disfrutándose del evento
con la calidad que se permite
lo exquisito de la fusión
y la inteligencia predispuesta
de cualquier amante del arte,
una pasión pura como la música
cuando brota de la razón
más profunda del corazón...