Una de las razones más profundas
por las que se rige mi agnosticismo
quizás sea por el valor de los lienzos
es prototipo, su diversidad
un arco iris sin aspectos
y la oportunidad una fórmula,
una cárcel donde el amor y la armonía
no comparten celda, el corazón
es una canción sin acordes
donde la tolerancia rige
como su nota más desafinada,
recuerdo como embriagadores
mis momentos de sueños
en los que cada uno de mis anhelos
por heterogéneos,
me hicieron rico en valores
y potenciaron mi valor humano
sin necesidad de doctrinarme,
fijándome únicamente
en que la naturaleza es pura vida
gracias a la variedad de sus prismas
mientras una minoría humana
aunque fuerte los contesta,
sin caer en la cuenta de que el arte
no sería alegría,
sin la complejidad de su mezcla…