
Aún recuerdo el día que conocí a la primera
hace más de cuarenta y cinco años,
tú poderosa arrastrando tu carga
yo apenas dejaba de ser un niño,
las horas que pasamos juntos
y tanta gente que dejamos por el camino,
ahora te miro renovada y más fuerte
como si no te hubieran pasado los años
y es que cuantas como tú han pasado
para llegar a donde estamos,
cuantas toneladas de asfalto extendidas
y cuantas carreteras hemos arreglado,
mi cuerpo de muchacho enjuto y pálido
encadenado a ti ya no responde
como antaño a tus servicios,
hoy a tu lado me acompaña
una sensación de vacío, un lienzo
en el que el retrato verde de tu estampa
como sol resplandeciente me tapa
tanto recuerdo de sudor y frio,
de trabajo y campanas olvidadas
de pan y albas de sueño fantasmas
hoy solo quiero decirte gracias, porque contigo
la vida fue más benévola conmigo
a pesar de la dureza de cada segundo…