Sin rumbo volaba aquel pajarito
de plumas rosadas y en el pico
una libertad marcada
de no sentirse protegido
ni por su mismo género,
volaba lejos de aquella jaula
en la que quisieron
meterle preso
únicamente por no gustarse
con aquel azul que había nacido,
decidió ser feliz
pintándose su plumaje
preguntándose el porqué
se adoraban flamencos rosas
y a el le odiaban solo por tintarse,
quería huir, pero tormentas
y nuevos vientos más fuertes
que su tristeza, le devolvieron
a una tierra donde sabía,
que no todos los pájaros
teñían de negro su vida
que quedaban unos pocos
con los que aún rosado
se sentía protegido
por el color de sus alegrías…