LANCES A UNA NIÑEZ QUE SE RESISTE …

Publicado el 8 de junio de 2023, 21:15

El colegio

estaba al final de la cuesta,

o al principio de la bajada

donde le acariciaban los dedos

con los que forjaban los sueños,

entre la desdicha de un tiempo

donde la dicha del aprendizaje

se suturaba con aguja, bramante del duro

y el patrón que cosía los sueños

pegando las manos con engrudo

que los fijaba por la fuerza del prototipo

con escolta y el abuelo vencido,

una mixtura nómada opositora

dispuesta a su vuelta a la vida

siempre que el que vive del cuento,

piense que el despojado

gasta más de lo que necesita

para mantenerle apartado,

un cajón donde el recuerdo

se mantiene cerrado y dispuesto

a saltarse el candado

con denominación de tolerancia

y la desgracia que la llave la guarda

el mismo fantasma con otra esencia

a la que se respiraba en aquella escuela,

pero la misma sábana conque disfrazaba

su dignidad egoísta y su bigote estilista…