
Hay una cara desconocida de la poesía
con forma de caricia que deja huella
en lo más profundo del alma,
que despeja dudas y enciende
con el fuego de la armonía
cuando se ama, el alma habla
los amigos se entienden
y las palabras se convierten
en recuerdos, música
y viajes extraordinarios
que abren los deseos del corazón,
unos cuadros llenos de autenticidad
tras el señorío de la emoción
a cambio de unos simples versos
son lágrimas impresas en el corazón,
el dietario de una amistad compartida
con la grandeza y la valentía
que solo corazones generosos
saben convertir en patrimonio
lo que, por auténtico
no es transmitido como rutina…