Sobre la arena de una playa escondida
dibujé tu nombre, pensando
que entre lo recóndito de la selva
que la circundaba nunca se borraría
que el amor es para toda la vida
y no valorar todo lo que la rodea,
un viento apenas perceptible
comenzó a erosionarlo
hasta que llegaron unas olas terribles
que le hicieron desaparecer
como desaparecen las casas y las vidas,
como viene todo lo que pensamos eterno
una neblina que en primavera
trae aguas mansas que el verano difumina
en otoño aguaceros que limpian
y reparten las semillas
que el invierno entierra…