Nunca intentes adelantar al tiempo
y deja que el sol dore tu piel
al mismo ritmo lento con que
la tierra alcanza su circunferencia,
no dejes que la cobardía te atrape,
te enrede con su miedo y disfruta
de los fracasos con los que empieza
la más grande de las victorias,
devuelve una sonrisa
a todo aquel que te frena
con la excusa del tu no podrás lograrlo
y sobre todo no pierdas el propio
cuando lo logres, el tiempo
en su camino perezoso
dentro de nosotros
se encargará de demostrarte,
que algo tan valioso nunca merece
las ganas de perderlo justificándote…