Perseguía sus sueños
con la alegría de que si fallaban
es que no supo interpretarlos
con las ganas con que los soñaba,
y enemigo de la mar ruidosa
camarada en el empeño
por surcar sus aguas
con una plancha de madera
y como vela sentimientos
de alma soñadora,
mares de llorera y cuerda
de caras vaporosas
que se pierden en la niebla
con pasión deseada
como el cuello de mis sueños,
aposento de besos y miradas
reposo del aliento suave
y refugio de mis labios
cuando susurran en silencio…