No sé si fueron los años
o quizás que nunca aprendí
entre lo que de niño me enseñaron,
o lo que viví hasta alcanzar
confundir instrucción
con tenacidad por escuela,
vivir fue siempre
una historia mal contada
desde el principio de los tiempos
muy contraria a sobrevivir,
muestra mucho más expuesta
que el cuento que nos contaron,
vive más el que nace marinero
con barca, no el que alcanza
la otra orilla a nado,
el que miente sobre su estado
y se esconde,
no el que resiste el envite
contra la tormenta
enfermo y trabajando,
soporta el que calla
no el que grita ante la injusticia,
aunque al final me quedó muy claro
que el mentiroso sufre
por el poco ejercicio en su memoria
que el que calla no resiste
porque la fuerza reside en la palabra
y el que vive con arte e inventa
aunque viva una vida más discreta
en cuanto a hambre y fechas,
la disfruta más llena
que todo aquel que sale en revistas
únicamente por la fuerza
conque la sangre corre por sus venas…