En vuelo acrobático
las golondrinas marcaban
una estela entre los maderos
anunciando la primavera
y la tierra donde llenaban sus picos
arrancándole las semillas
que servían de alimento
a sus chillonas crías
mientras, los árboles
vestían sus ramas de hojas
al ritmo desesperado
de quien busca una sombra
bajo el sol irrespetuoso del verano,
frecuencia puñetera
que como proclama de vida
se alza lisonjera
tras un invierno que llena
las cuencas de los ríos
con la esperanza puesta
en que sirva de alimento,
al manto multicolor
con que se visten los campos,
despertar de la brisa suave
con mañanas de mantilla
entre días llenos de armario,
verdes pasiones verde hierba
armonía en cada uno de los sueños
y puerta abierta al verano,
¡¡que seria del ser humano
sin una alegre primavera¡¡...