Muere todo aquél que callado
deja que el azul del cielo
no le deslumbre cuando
su brillo suena apagado,
tabla a tabla labren su lecho
a orillas de un mar
donde las olas solo le recuerden
fragancias de su pueblo,
cuando se piensa en pais
con un porvenir apagado
por el ardor de un oscuro pasado,
cuando las ventanas
que te separan de la vida
son prestadas y sobre todo
se muere cuando salir corriendo
es únicamente una barca
quemada por el sol de mediodía
con la sombra escondida
bajo unas alpargatas
que solo te mantienen
el tiempo razonable
para acercarte a la otra orilla…