Fue tu primer beso con sabor
a hazme el amor despacio,
enalteciendo mis escuelas
hacia el éxtasis de lo eterno,
la locura se adueño en silencio
de las heridas de mi destreza
en el campo del que me sentía dueño
volviéndolas de un raro amapola
por la infusión de sangre
que aportó a mis venas
Y borró las marcas coloreadas
de un azul cielo que a base mimarlo
se habían deslizado
por el terrible abismo de la indiferencia,
al mismo tiempo cogiste mis manos frías
clavando tu mirada sobre la mía
y callaste mis palabras
con un simple arrumaco de tus labios,
fue un momento
en que la orgía por la suficiencia
sin la complicidad yerma de mi gallardía
prendió con toda su fuerza
instalándose en mi alma
justificando todo tiempo de espera,
desde entonces mi corazón
late con la pureza
de un rayo de sol naciente
que reinicia con firmeza
la fórmula de quererte
en cada aledaño de mi alma
de forma diferente, te amo Milena...