Me ciño a mi derecho
de pensar que la intolerancia
es la mano derecha que amaestra
y la izquierda que desestabiliza,
una llaga en la razón del creyente
ambas unidas para debilitar
al mas numeroso el más fuerte,
madre de todas las guerras
y dogma de brutal represión
para una civilización que busca
paz entre sus adeptos,
propiedad de tontos ilustrados
que hicieron de la intolerancia
y la superstición su fuero,
enemiga del amigo por su cobardía
y aliada del miedo, la intolerancia
es cabeza de partido en políticos
capaces de censurar a madre e hijo
y de fantasear tras una religión
donde el amor como constante
solo es privilegio de militantes…