Soy maestro del silencio
en épocas de mucho ruido,
técnico en encadenar palabras
cuando la miseria
me araña el pensamiento
y solo cuando
el enorme vacío del tiempo
me atrapa como araña
a la mosca, me convierto
en poeta de mis desencuentros,
solo entonces grito vida a la muerte
con el descaro del que solo
puede odiar con la mirada,
porque en mis manos
no entiendo la espada
con la que se tratan
de herir mis razonamientos…