Cuando las lágrimas desagüan
el hambre la tristeza del alma
nos recuerda que no basta la palabra
para limpiar tanta inmoralidad
como corteja a la honestidad
de toda una raza,
la injusticia impuesta
por la falta de principios
de unos políticos
mantenidos por un pueblo
al que con edictos vergonzosos
están matando de hambre,
un terrorismo oculto bajo el manto
tan poco demócrata
de sentirse el amo,
de la gente que le mantiene
dictando leyes que alejan el plato
de donde se alimentan
con cadenas de humo y balas,
a los que únicamente piden
que se les respete el espacio
que necesitan por principios
para sentirse vivos,
nunca existió fábrica tan grande
para crear balas que dobleguen
la voluntad de una gente orgullosa
de la tierra que les dio vida
de su bandera y toda su familia,
morirán mas de los que deben
pero los que queden
nunca olvidarán a quien con palos y balas
quiso cerrarles la boca
únicamente por reclamar
la justicia universal de no morir de hambre
y que sus vidas se respetaran…