Tu fotografía me convirtió
en adicto decidido
al brillo de tus ojos
escondiéndose despacio,
porque a mis manos
les cuesta pasar página
al retrato que me obsequiaste
y que me tiene encantado,
que miedo la distancia
para el regalo de cumpleaños
porque no se si han sido ellos
por el ánimo en su mirada
o ella con su brillo hechizado
los que han confirmado el si,
yo no te buscaba y seguro
que tu tampoco a mí
pero pedí sutura
para mi herido corazón
y apareciste tu tan cargada
de sonrisas y oportunidad,
de silencios y autoestima
que por segundos
zurciste mi felicidad herida
por recuerdos y cicatrices,
siempre buscamos “el amor de tu vida”
pero esta está tan ocupada
que despreciamos por no intentarlo
la divina magia del día a día,
gracias chiquilla por que
aunque solo sea por esos dos días
me convertiste
en adicto a tu alegría
y te aseguro que merecieron
y mucho, tus sonrisas…